miércoles, 27 de agosto de 2008

El eterno poder de la sonrisa y el buen trato.

En estos momentos de planificación de los Dirigentes y Clubes para el trabajo de un nuevo Período Fiscal, no debemos de olvidar algo que considero la base fundamental con la que contamos para poder realizar nuestras propuestas: los socios que componen nuestra Selva. El lograr que ellos se identifiquen entre sí y con sus dirigentes depende de cómo los traten quienes los motiven.

El mayor deseo de cada persona es el ser apreciado y reconocido por los otros, no porque hagan algo por el reconocimiento, sino porque interiormente sabemos así que somos útiles. Por ello debemos tener muy en cuenta no desmerecer a los demás, sino por el contrario resaltar sus cualidades y sus aciertos con afecto, y de esa forma, no sólo los pondrás de tu parte, sino que harán mejor lo que les solicites y con la mayor diligencia posible. Cada persona es importante en razón de su dignidad humana; por tanto, cada persona debe ser importante para quien dirige. Hazte cargo de esa realidad y piensa que una palabra de estímulo de tu parte puede ser el punto de partida para que una persona se decida por su progreso y felicidad.
El principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado, por ello les acerco lo siguiente para que lo mediten.

Las buenas relaciones humanas:

  • Habla con las personas. No hay nada tan agradable y alentador como una palabra de saludo cordial, particularmente hoy en día que tanto necesitamos de gestos amables.
  • Sonríe a las personas. Recuerda que para mover la cabeza ponemos en acción 72 músculos, y que para sonreír nos basta con movilizar 14.
  • Llama a las personas por su nombre. Para casi todos, la música más suave es oír su propio nombre.
  • Sé amistoso y servicial. Si quieres tener amigos, sé amigo.
  • Sé cordial. Habla y actúa con toda sinceridad: todo lo que hagas hazlo con gusto.
  • Interésate sinceramente por los demás. Recuerda que sabes lo que sabes, pero no sabes lo que otros saben.
  • Sé generoso al elogiar y cauteloso al criticar. Los líderes elogian, saben animar, dar confianza y elevar a los otros.
  • Aprende a captar los sentimientos de los demás. Hay tres ángulos en toda controversia: el tuyo, el del otro y el del que sólo ve lo suyo con demasiada certeza.
  • Presta atención a la opinión de los otros. Tres son las actitudes de un auténtico líder: oír, aprender y saber elogiar.
  • Procura aportar los buenos servicios que puedes hacer: lo que realmente vale en nuestra vida es lo que hacemos por los demás. (Autor Desconocido)

PDG Julio N. Carreras
Asesor de Instrucción Leonística, Protocolo y Ceremonial
Distrito O-5. Período 2007-2008

No hay comentarios: